CAPITULO 103 :: Subiendo a Los Toldos
Con esta foto cerrábamos nuestro último capÃtulo. Era la noche del 14 de Abril y alcanzábamos la localidad boliviana de La Mamora. Aunque era tarde y no conocÃamos a nadie la solidaridad local no se ocultó.
Luego de una ducha caliente y una noche descanso reparador la existencia nos regaló una hermosa mañana.
Cuando nos disponÃamos a partir fuimos invitados por las autoridades comunales a participar de la celebración del bicentenario de la Batalla de la Tablada.
En La Mamora agradecemos al doctor Ariel Bonilla y al señor José Luis Choque Cruz por su hospitalidad durante nuestra estadÃa en La Mamora.
En La Mamora agradecemos al doctor Ariel Bonilla y al señor José Luis Choque Cruz por su hospitalidad durante nuestra estadÃa en La Mamora.
Una vez que el desfile culminó nos alistamos para seguir viaje.
Dejamos La Mamora a las 14:50 hs con destino a un paraje llamado El Condado el cual se ubica sobre territorio argentino a unos 7 km de La Mamora.
A los pocos minutos de comenzar a pedalear dimos con esta señal que nos decÃa que era hora de dejar la ruta boliviana.
Tan pronto como dejamos la ruta boliviana la aparición del implacable ripio nos indicó la proximidad de suelo argentino y el comienzo de la ruta provincial 19.
Unos metros más y cruzamos el puente sobre el RÃo Bermejo que es el lÃmite entre ambos paÃses. Desde el puente hasta la entrada al Parque Nacional Baritú hay 44 Km que van de los 1100 a los 1800 m.s.n.m. en la parte más alta del recorrido.
Rutas difÃciles garantizan en general lugares no demasiado explotados turÃsticamente. A veces y como habrán visto en capÃtulos anteriores garantizan verdaderos paraÃsos.
A los pocos metros de comenzar a subir comienzan las vistas. Esta por ejemplo muestra la union de los rÃos Oroceño a la derecha y el rÃo Condado a la izquierda. La unión de ambos forma el rÃo Bermejo.
Mientras el hombre maravillado se resaga tomando fotos ……..
La mujer precavida da una última chequeada al ajuste de los cambios. Sabe tras años de trepadas en ripio que se viene otra prueba de fuego para los componentes de cada bici.
Somos conscientes que aunque nuestras bicis mostraron un buen desempeño durante años no fueron diseñadas para trabajar bajo las duras condiciones a que las somete esta categorÃa de ciclo-turismo.
Como muchos de ustedes saben el ciclo-turismo se divide en diferentes categorÃas que se juzgan según el peso y las distancias recorridas. A esta categorÃa se la suele conocer como “ciclo-turismo de TravesÃa†o “Autosuficienteâ€. Algunos autores en los últimos años sitúan esta categorÃa dentro de las disciplinas deportivas extremas.
A las 16:34 hs llegamos al paraje conocido como El Condado. Se venÃa la lluvia y especulábamos con armar nuestra carpa en algún lugar disponible.
A los pocos minutos de nuestra llegada una maestra Jardinera de nombre Reyna nos brindó una casita que tenÃa desocupada para que nos refugiáramos de la tormenta. Agradecemos a la Seño Reyna Tejerina por su soporte y extendemos nuestro agradecimiento a la maestra y directora Isabel.
Acerca de El Condado, de la maestra Reyna, de sus hijos y de nuestra labor en su escuela ya hablaremos en capÃtulos venideros. Dejamos El Condado el 18 de Abril a las 13:20 hs una vez que el clima se estabilizó.
En El Condado varias personas nos ofrecieron a llevar nuestro equipamiento en vehÃculo dado que coincidÃan en que era improbable que pudieramos subir hasta Los Toldos cargando semejante peso. Declinamos como siempre tan generosa ayuda y como siempre asumimos el sufrimiento con dignidad jaja.
Luego de El Condado el paraje siguiente es El Espinillo a 1285 msnm.
Muchas de las vistas que uno encuentra a lo largo de la ruta merecen un disparo. En esos momentos tanto máquinas rodantes y cuerpos nómades aprovechan y se toman un descanzo.
La indicación de cada paraje también es una excelente excusa para tomar fotos y descanzar.
Las lloviznas continuaron y nos hicieron compañÃa a lo largo de distintos segmentos del trayecto.
La subida siempre constante nos acercaba más y más a nuestra próxima posta: Los Toldos
Para cuando llegamos al punto más alto de esta sección llamado El Abra ya habÃa lloviznado bastante y hacÃa frÃo.
La alegrÃa era alta y no era para menos, más allá de Los Toldos recorrerÃamos los últimos 26 km que nos separaban del Parque Nacional Baritú dentro de cuyos lÃmites resguarda uno de los sectores de mayor biodiversidad de las selvas de montaña de argentina.
A las 18:20 hs entrábamos a la población de Los Toldos. Allà nuevamente la maestra Reyna nos ofrecÃa la hospitalidad de su hogar. Nuestro próximo objetivo era aprovechar al máximo nuestra estadÃa en Los Toldos para organizar nuestro pedaleo y estadÃa en la selva barituense.
Aquel dÃa llegamos a la casa de la maestra Reyna justo cuando oscurecÃa y la lluvia se hacÃa más intensa. Los Toldos ya era otra conquista dentro de la historia de este viaje una conquista pacÃfica y silenciosa para la cual no necesitamos quemar combustibles fósiles.
Bueno amigos, mientras vamos cerrando este capÃtulo les comentamos que el recibimiento que nos dieron en Los Toldos la maestra Reyna y sus gemelos fue muy cálido. Esperamos que hayan disfrutado de este capÃtulo y como siempre , agradecemos su compañÃa y su soporte en este viaje.
Abrazo y hasta el próximo capÃtulo.
Abrazo y hasta el próximo capÃtulo.
This entry was posted
on Monday, August 7th, 2017 and is filed under Destinos, Reportes anteriores.
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can skip to the end and leave a response. Pinging is currently not allowed.
Con el nublado capaz no vieron la cascada de La Mision, esta a mitad de un cerro bastante alto…. pregunten por ahi creo que se llega.
Saludos.
Hermoso informe!!! Adelante!!! â¤
Silvia, o sea, la mamá.
Nos encotramos con Cecilia en el PN Baritú (cumpliendo nuestro sueño de conocer todos los Parque Nacionales). Nos contó sobre el maravilloso viaje que están realizando. Necesitamos mucha mas gente así, cumpliendo sus sueños, protegiendo la naturaleza, dejando una huella.
Fuerza !!!!
Chicos, me quedan cortas la palabras para expresarles mi admiración, y en este momento desearía tener mucho dinero para ofrendarlo a su causa, pero por el momento sólo puedo limitarme a incentivarlos profundamente en nombre de la Vida, ya que su trabajo desinteresado y puro me inspira tanto que me motiva a seguir, desde mi lugar, a continuar trabajando no por dinero sino por Amor a la Tierra y a sus seres que la habitan. Un abrazo profundo y sincero de un desconocido pero también muy íntimo a la vez. Con cariño, Pablo.